La historia de la Virgen de Luján es muy interesante, un hacendado radicado en Santiago del Estero llamado Antonio Farías Sáa quería colocar en su estancia una capilla para la Virgen por lo que solicitó a un amigo que vivía en Brasil que le enviara una imagen de la Inmaculada Concepción de María. El amigo le envió dos, la que le había sido encargada y otra de la Virgen con el Niño Jesús.
Al llegar a Argentina, ambas imágenes fueron colocadas en una carreta y partieron desde Buenos Aires a Santiago del Estero pero durante el trayecto la carreta se detuvo repentinamente a las orillas del río Luján.
Ante esta situación Se cambiaron los bueyes y se bajó la carga, pero sin resultado. Los bueyes rehusaban cruzar el río, entonces observaron las dos pequeñas cajas con las imágenes de la Virgen con lo que bajaron la estatua de la Virgen con el Niño sin que nada sucediera, pero cuando removieron la caja con la Inmaculada, inmediatamente los bueyes echaron a andar. Los asombrados testigos repitieron esto una y otra vez, con idénticos resultados.
De esta manera comprendieron que Nuestra Señora quería quedarse en Luján y ellos con gusto y alegría la complacieron. Pronto la noticia se propagó y llegaron numerosos peregrinos convirtiéndose en la Patrona de Argentina.
Extraido de http://www.mariavirgen.com.ar
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